domingo, 22 de julio de 2007

Empezando a ser más consciente.

Profeta:

¿Como estas? La verdad es que, para serte bien sincero, en el pasado no muy lejano, yo he sido bastante irresponsable en lo que se trata de conservar el ambiente. Me avergüenza decir que hace solo uno o dos años que he empezado a ser más consciente de las cosas que hago para empeorar los problemas ambientales y de las cosas que puedo hacer para mejorar la situación.

A. Usente


Primero que nada, no tienes porqué avergonzarte de haber empezado a ser más consciente de las cosas que haces. Por el contrario, enorgullécete de que estás haciendo algo, no importa lo poco que creas que sea. Lo importante siempre es comenzar a dar pazos hacia una forma de vivir que sea íntegra con tus valores y saludable para ti, tu entorno y nuestra cultura.

Ya que vives en los EEUU tienes muchas más oportunidades para tener más impacto con las cosas que haces y las que dejas de hacer, comparado con nosotros acá en Puerto Rico donde las oportunidades son a veces más limitadas. Claro que si vivieras en Canadá o alguno de los países europeos tendrías muchas menos limitaciones todavía, ya que son países culturalmente más avanzados en estos temas y con mejor acceso a los procesos democráticos que crean los cambios que nosotros necesitamos por acá. Pero en EEUU, especialmente en la costa oeste, se pueden hacer muchas cosas.

Por ejemplo, a mi me encantaría tener la oportunidad de comprar mi electricidad a compañías de energía renovable, al igual que otros servicios como llamadas de larga distancia y tarjetas de crédito con consciencia social. Sin embargo, en realidad estos son acciones secundarias para luego que tienes las cosas básicas cubiertas. Según la organización científica Union of Concerned Scientists (UCSusa), hay CUATRO ÁREAS IMPORTANTES de nuestras vidas con las que realmente podemos hacer una gran diferencia cuando queremos mejorar nuestro impacto ambiental. En el libro del UCSusa, The Consumer's Guide to EffectiveEnvironmental Choices, (el cual recomiendo que todo el mundo lea) se desglosan estas cuatro áreas en orden de importancia de la siguiente manera:

1. Transportación. Elimina o reduce sustancialmente el uso del automóvil personal en tu vida diaria. Usa transporte público, camina o usa transportes no motorizados como la bicicleta. Cuando vayas a mudarte, considera el acceso y la transportación en tu toma de decisiones. Nuestra dependencia al automóvil es el principal causante de la mayoría de nuestros males sociales y ambientales, incluyendo el mal uso del terreno, las enfermedades humanas y el cambio climático (www.habitaturbano.org).

2. Comida. Compra productos locales, orgánicos y de Comercio Justo (fair trade) en ese orden. La transportación de alimentos y las prácticas de las agroempresas son una carga negativa para nuestro ambiente y sociedad.

3. Consumo en el hogar. Reduce el consumo de electricidad, agua y químicos utilizando tecnología de conservación y productos naturales, cambiando tus enseres grandes por los certificados energy star, por ejemplo, o leyendo las etiquetas de los productos de limpieza y de uso personal antes de comprarlos.

4. Activismo. Únete o apoya económicamente a un grupo de acción local que represente tus intereses (www.wiserearth.com). Si no encuentras uno que te guste, entonces comienza el grupo tu mismo. Unidos a personas con intereses similares es que logramos cambiar el rumbo equivocado de nuestra cultura.

Espero que te haya podido dar un empujoncito hacia un estilo de vida más consciente. Como dicen los Baha'i, tenemos una responsabilidad individual de buscar la verdad. Te invito a que comiences hoy.

bendiciones

jueves, 19 de julio de 2007

Ecosentido, el más vital de los sentidos

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Inquietudes frecuentes

Agitadores sagrados,

Comienzo hoy a escribirles. Les dedico estas palabras a todos ustedes que, como yo, tienen esa piquiña de mejorar el mundo, de ser mejores personas, de santificar el Universo con sus acciones. Este va a ser el comienzo de cosas muy grandes e importantes para mi y agradezco que me estén acompañando en esta jornada.

¿Qué estoy tramando?
En realidad, no sabría describírselo en estos momentos. Estoy actuando según mi consciencia, según mis pasiones y espero poder compartir ambas con ustedes a través del tiempo. Estaremos comenzando con este humilde blog que luego se convertirá en muchas cosas, cosas que ustedes me ayudarán a forjar a medida que vayamos caminando juntos.

¿De qué tratan estas inquietudes?
Rebuscando un poco en mis interiores he descubierto algunas cosas que me apasionan hacer y algunos dones de los que no me puedo zafar. Por ejemplo, tengo una habilidad impresionante de amontonar “conocimiento innecesario” en mi cabeza, especialmente de temas que me gustan como el ambientalismo, el urbanismo, la espiritualidad, el empresarismo socialmente responsable y la sexualidad, entre otros. Además, tengo una capacidad única para desarrollar las virtudes de paciencia y de entendimiento para los momentos más inoportunos. Es por esto que he decidido poner a todas estas cosas a funcionar de forma integral a través de la escritura, buscando agitar o apacentar nuestras inquietudes.

Básicamente, lo que quiero lograr con estos artículos es explorar dudas y opiniones sobre cómo mejorarnos a nosotros mismos, a nuestro entorno y a nuestra sociedad. En el transcurso exploraremos mis inquietudes o las inquietudes de todos ustedes, a ver si nos animamos a continuar actuando por un futuro digno de vivir.

¿Cómo va a funcionar la cosa?
Estaremos realizando en antiguo juego de tu preguntas y yo respondo. Tu me traes tu inquietud y yo te presentaré, no simplemente con mi opinión, sino con datos y hechos para que todos logremos aprender de lo que nos agobia la mente y nos impide actuar de manera íntegra con nuestros valores.

Los temas serán tan diversos como la naturaleza humana y espero poder crear la polinización cruzada de ideas y conceptos que nos ayuden a crecer y crear día a día nuestra sociedad con consciencia.

¿Porqué el profeta?
El profeta es mi nombre electrónico. Desde que comencé a usar Internet, allá por los comienzos de los años noventa, siempre he firmado “el profeta” en mis mensajes electrónicos. El apodo surgió gracias a mi maestro de violín en quinto grado y lo resucitó mi muy querido amigo cuando abrí mi primera cuenta de correo electrónico.

Simplemente me llamo, Joel, como el profeta de la Biblia.

¿Qué te toca hacer ahora?
Bueno, ya yo comencé a escribir. Ahora lo que necesitamos es un diálogo. Pregúntame, coméntame, opíname... así aprenderemos juntos en esta jornada y agitaremos nuestras inquietudes en conjunto. Tus inquietudes y las inquietudes del profeta...

bendiciones
el profeta